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Brigadas de salud para la construcción de paz

La Universidad del Valle está comprometida con la construcción de condiciones para la paz. En 2016 aprobó el programa institucional denominado “Educación para la convivencia, reconciliación, derechos humanos, cultura de paz y postconflicto en Colombia”, al que la Escuela de Rehabilitación Humana se vinculó a través de la práctica social comunitaria con estudiantes de distintos programas académicos de la Facultad.

Este proceso, liderado por la profesora Andrea Aguilar, se ha traducido en la creación de brigadas para realizar jornadas integrales de salud para población excombatiente. El trabajo de las brigadas, que es interdisciplinario y cuenta con el apoyo de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), fue coordinado por la Escuela de Rehabilitación Humana.

Una Escuela que recoge y actualiza una característica institucional: el trabajo en y con comunidades

 

La Facultad de Salud, desde sus inicios, se ha caracterizado por su trabajo en y con comunidades. Históricamente han sido ejemplo de ello los realizados en Siloé, Candelaria, El Guabal, El Diamante, el Bajo San Juan, Comunas 7, 18 y 20 de la ciudad. En el caso de la Escuela de Rehabilitación Humana, ERH, se destaca el trabajo que inició con el Programa Académico de Fonoaudiología en 1987, con el liderazgo de las profesoras María Cristina Otoya, Patricia Quintana, Celia Escobar y Liliana Tenorio, y con el apoyo de la Secretaría de Salud Municipal. Fue el inicio de una importante labor de práctica social comunitaria, que haría eco años después en otros programas académicos de la misma Escuela, la que se conformó en 1993.

 

La ERH, en concordancia con los objetivos misionales de la Universidad del Valle, realiza desde 1987 un trabajo de atención primaria en salud, en las zonas de ladera de la ciudad de Cali. Este trabajo de práctica comunitaria ha tenido gran valor entre sus estudiantes y profesores, por fortalecer la formación de los futuros rehabilitadores, al permitir vincular los ejercicios que desde sus distintas áreas, han incentivando la comprensión de las condiciones sociales de países como Colombia.

 

Estos procesos reconocen el papel del rehabilitador humano en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Es por ello que en el marco del posconflicto, la ERH se ha adherido a las políticas de la Universidad del Valle que se han articulado al proceso de paz que se lleva a cabo a nivel nacional.

 

La ERH ha incentivado en sus estudiantes una vocación de servicio alineada con los valores misionales de la Universidad del Valle. Las profesoras fundadoras del pregrado en fonoaudiología, se aventuraron a proyectar el trabajo de su programa en territorios vulnerables, pensando en la búsqueda de la reducción de brechas sociales y económicas. Este trabajo se hizo inicialmente en la comuna 20, en donde recientemente se han desarrollado otras prácticas

Sistematización de las experiencias de prácticas comunitarias de la ERH

 

Actualmente, con el apoyo de la profesora Andrea Aguilar, se han mantenido las prácticas y se está realizando un proceso de sistematización de la historia del trabajo comunitario desde la fonoaudiología.

 

De igual manera, la profesora Natalia Torres, egresada del mismo Programa, ha enfocado sus prácticas en proyectos sociales, escolares, primera infancia, entre otros y recientemente se encuentra trabajando en un referente técnico de familias con el Ministerio de Educación Nacional. Su trabajo de tesis para la Maestría en Desarrollo Humano que realizó en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Argentina, se centró en recopilar y analizar la práctica social comunitaria, dando una visión de su importancia para Colombia y América Latina.

 

La investigación, que obtuvo la más alta calificación y que fue dirigido por la profesora Andrea Aguilar, se enfocó en las necesidades de nuestro país a nivel de Sistema de Salud, relacionadas con procesos de desarrollo económico y de políticas públicas. Su tesis hace reflexión sobre casos particulares de salud a la luz de la disciplina de la fonoaudiología.

 

Teniendo en cuenta las demandas y las necesidades que América Latina presenta en atención primaria en salud, Natalia Torres vio la necesidad de estudiar las prácticas que ya se efectúan en nuestra ciudad, a través del trabajo de la Escuela de Rehabilitación Humana. El reconocer el potencial del ejercicio que se realiza desde la ERH, al vincular las compresiones sociales con las de la salud desde la perspectiva colombiana y latinoamericana, fue muy bien recibido por los expertos de FLACSO.

 

Entre los elementos importantes, señala la profesora Natalia Torres, para vislumbrar la trascendencia de estas prácticas, está reconocer que han existido miradas hegemónicas de comprender la salud; a partir de eso es necesario recuperar las necesidades locales para alcanzar el entendimiento de la misma. No solamente pensando en función de lo que nos interesa desde sus disciplinas, sino también a la luz de lo que la gente considera que es importante para su bienestar, en la búsqueda de ampliar diálogos entre saberes.

Discapacidad y exclusión en el contexto Latinoamericano

 

Es fundamental destacar que los factores de exclusión que afectan a las personas en condición de discapacidad, aumentan por características particulares de los países latinoamericanos, relacionadas con la pobreza, entre otras, subrayó la profesora Torres, y agregó que “se viven constantemente con las comunidades negras, personas que viven en condiciones de extrema pobreza, y pueden incrementarse debido a la configuración geográfica de las ciudades. Al reconocerse ese aspecto, se evidencia que la problemática no se limita a la discapacidad por sí misma, sino que también estamos en una sociedad en la que la exclusión hace parte de nuestra cotidianidad.”

 

La Escuela de Rehabilitación Humana de la Facultad de Salud, se destaca en sus investigaciones y prácticas porque todas estas las sustenta con base en la salud pública y el conocimiento de las comunidades y sus características particulares, en nuestra ciudad. Es importante señalar que todos esos procesos se alinean con la visión de la Universidad del Valle de la solidaridad social, así mismo a los procesos interdisciplinares que Univalle alienta, para fomentar los diálogos entre saberes. Por consiguiente, la academia se transforma en un espacio de crecimiento integral que, además de cultivar los conocimientos en los estudiantes, les hace partícipe de los procesos sociales que se adelantan desde los territorios.

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