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Programa Académico de Fonoaudiología, en proceso de renovación de la Acreditación de alta calidad académica

El Programa Académico de Fonoaudiología de la Universidad del Valle se creó en 1981; su primer proceso de Acreditación de Alta Calidad inició en 2000, cuando el Programa toma la decisión voluntaria de hacerlo. Fruto de ello, fue uno de los pioneros entre los catorce programas de fonoaudiología existentes en el país, en obtener la acreditación, dada en 2002, a través de la Resolución 2116 del 9 de septiembre, vigente por un periodo de cinco años.

 

El programa continuó con el proceso de mejoramiento y se sometió nuevamente al proceso con el fin de renovar su acreditación, obteniéndola por cuatro años, a través de la Resolución 502 del 1 de febrero de 2010. Una vez más, en 2015, el programa renueva su acreditación por Resolución 10609 del 14 de julio, la cual está vigente hasta julio de 2019.

 

De acuerdo al Consejo Nacional de Acreditación (CNA), entidad responsable de liderar los procesos de acreditación de alta calidad, “la Acreditación es un testimonio que da el Estado sobre la calidad de un programa o institución con base en un proceso previo de evaluación en el cual intervienen la institución, las comunidades académicas y el Consejo Nacional de Acreditación”. Teniendo en cuenta su importancia, y el camino que ya ha recorrido el Programa de Fonoaudiología, en 2017 emprende la tarea de iniciar una tercera renovación de su Acreditación.

 

La profesora Nora Aneth Pava Ripoll, directora del Programa Académico de Fonoaudiología, manifiesta que la importancia de estos procesos radica en que le han permitido al programa construir oportunidades de mejora que se han implementado en el transcurso del tiempo.

 

El CNA define que “el proceso de Acreditación se desarrolla a través de la evaluación de la calidad realizada por la institución misma (autoevaluación), por pares académicos externos que pueden penetrar en la naturaleza de lo que se evalúa (heteroevaluación) y por el Consejo Nacional de Acreditación (evaluación final); el proceso culmina con el reconocimiento público de la calidad por parte del Ministerio de Educación Nacional”.

 

Actualmente el programa superó una primera fase, en la cual se instauró el Comité de Autoevaluación, conformado por el representante estudiantil, los docentes nombrados, la dirección del programa académico y el representante de los egresados. “Junto a este Comité se inició la autoevaluación, un proceso autónomo que valora el cumplimiento de condiciones y requisitos para demostrar con distintos indicadores documentales, estadísticos y de opinión cómo estamos, y con estos resultados se establece un plan de mejoramiento y se diseñan todas las propuestas de mejora para el programa académico. Todo esto se realizó con el acompañamiento de la Dirección de Autoevaluación y Calidad Académica (DACA). Ahora vamos a entrar a aplicar unas encuestas a las instancias pertinentes que son directivos, egresados, estudiantes, profesores y administrativos”, indicó la profesora Nora Aneth.

 

“La Universidad del Valle cuenta actualmente con una Acreditación Institucional de Alta Calidad, por consiguiente, los programas académicos también deberían acreditarse. Es el reconocimiento que hace el Ministerio de Educación de que el programa cumple con requisitos, con condiciones de alta calidad que permiten cualificar la formación de los estudiantes. Es un proceso voluntario y es importante porque estar permanentemente en procesos de autoevaluación nos permite identificar no solo las fortalezas, sino también las oportunidades de mejora; identificamos qué debemos seguir trabajando y qué debemos mejorar para la oferta académica de los estudiantes de pregrado. Otra ventaja es que el estudiante egresado de un programa acreditado de alta calidad tiene más reconocimiento en el medio académico, pues por su calidad el programa es reconocido a nivel  nacional”.

 

De acuerdo al cronograma de trabajo establecido para la acreditación del programa, se espera entregar el informe de autoevaluación al CNA en agosto de 2018. Para ello se requiere de toda una acción conjunta del equipo con la comunidad académica. En la medida que este es un proceso participativo, es esencial contar con la contribución de estudiantes, docentes y egresados para generar una retroalimentación. Los resultados del proceso son informados a la comunidad académica con el fin de continuar mejorando.

 

Esto se alinea, además, con el trabajo adelantado dentro del proceso de reforma curricular del programa académico y aplicación de la política curricular en la Universidad. “La autoevaluación permanente nos permite vernos, y tomar decisiones frente a la formación de los estudiantes, nos lleva a lograr procesos interdisciplinarios y mejorar aspectos de las prácticas de las asignaturas teóricas y teórico-prácticas, que nos permitan cualificar la oferta de formación en fonoaudiología en la Universidad del Valle”.

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